viernes, 27 de agosto de 2010

Carta para una madre ajena

Tienes a tu niña
Por tan beata y refinada
Que llora el agua de Lourdes milagrosa
Y en urna de reliquia y bajo llave
Encierra el virgo conservado.

Como prueba bendita, Santa Madre,
Reciba estas sus bragas:
Debajo de mi cama las he hallado.

T (h) e n


Vemos en estos breves versos como la voz lírica del Marqués se atreve con la parodia del género epistolar, utilizando como base la falsa pureza de una de tantas de las jovencitas que han pasado por su lecho. A la isotopía religiosa que acompaña a las tres cuartas partes del poema le sigue un final en explosión que le da el toque humorístico a la pieza, pues no hace sino chocar con todo lo que se había previamente descrito.

Como dato curioso, debemos decir que el poema fue realmente enviado a la madre de la chica citada, con bragas inclusive.

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